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Breve historia de la Iniciativa Planetaria

(En construcción. Se agradecen aportes).

En Enero de 1981 cinco organizaciones mundiales, Ciudadanos Planetarios, Asociación de Sicología Humanista, Asociación de Educación Global, El Club de Roma y la Asociación de NU para Nueva Gales del Sur, Australia, se reunieron en Stony Point, New York, y echaron a andar la llamada Iniciativa Planetaria para el Mundo que Elegimos.

El propósito fue la exploración de las posibilidades de un trabajo conjunto y de la creación de un programa básico y participativo, que propicie eventos internacionales con impacto real.

La Iniciativa Planetaria reconoce que los problemas mundiales son de una dimensión, complejidad e interdependencia, que requiere una dimensión de cooperación entre personas y organizaciones que alrededor del globo hacen frente a esta crisis. Se propiciará un diálogo entre las organizaciones de base en todos los países acerca de los múltiples aspectos  de ésta.

El proyecto tomó fuerza, y la idea prendió en grupos pacifistas, ecologistas, agrupaciones sicológicas, escuelas de desarrollo interno, científicos, humanistas y los más variados movimientos que comenzaron a conectarse, y a pensar juntos la salvación del planeta.

Las distintas iniciativas culminaron a mediados de 1983 con un gran Congreso en Toronto, con representantes de todos los países, y cerca de 500 delegados, que recogieron las múltiples reflexiones y propuestas que habían emergido durante esos dos años.

Los problemas globales de mayor urgencia fueron definidos como: el armamentismo, en primer lugar, y muy especialmente el nuclear; la pobreza, la polución, el hambre, la escasez de energía y el desempleo. Pensar a nivel global estos problemas significa comprender cuán relacionados están y que un cambio, no sólo de los gobiernos, sino fundamentalmente de los pueblos, puede llevarnos a una solución.

Para lograr este cambio es fundamental construir una visión positiva del mundo trabajando en tres direcciones: la realización personal; el trabajo con comunidades y grupos; la búsqueda de una unidad real de la humanidad.

La tarea fundamental que se planteó la Iniciativa es asumir que el futuro está en manos de los que han despertado, y que el anhelo de paz es contagioso. Para ello establecieron un principio o metodología básica: pensar a nivel mundial y actuar a nivel local.

Construir desde ya el mundo que queremos implica empezar a construir ahora mismo uno alternativo. Es por esto que la Iniciativa promueve y conecta a personas o grupos que hayan desarrollado una alternativa de vida en cuanto a salud, alimentación, agricultura, energía, ecología, etc. La propuesta es hacer más que alegar, proponer más que criticar, unir, más que dividir.

Muchas personas han venido desarrollando su vida alternativa; han evolucionado inferiormente y están ansiosos por volcar sus experiencias para ayudar a diseñar un mundo mejor. Lo que falta es producir el encuentro, y ésta es la principal labor de la Iniciativa: unir a estos individuos y grupos y sembrar la confianza entre los que aún se sienten sin rol en la elección de su propio futuro.

Es por ello que no se plantea como una organización jerárquica, centralistamente estructurada. La Iniciativa es sólo eso, una iniciativa para unir iniciativas que aporten a dos principios o ideas fundamentales: el desarme y la construcción de un mundo mejor.

En este entendido sus gestores la han pensado como una inmensa red de contacto y comunicación entre las diferentes iniciativas de grupos y personas de todo el mundo. Pertenecer a la Iniciativa no significa dejar de pertenecer a algún otro grupo o tener que pertenecer a alguno. En ella no funcionan los paradigmas de poder y manipulación de los partidos ni el sistema burocrático de los organismos internacionales.

La Iniciativa Planetaria en Chile

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En Chile se constituyó una Secretaría Local de la Iniciativa vinculada con la Secretaría Internacional instalada en Nueva York. Ella invitó a los grupos existentes a vincularse, como asimismo a crear nuevos grupos, con el fin de delinear el mundo deseado; detectar aquello que nos separa de ese anhelo y que pone en peligro la existencia misma de la humanidad; reflexionar sobre cómo remover esos factores destructivos y lo que propenda al crecimiento personal.

Hubo un momento constitutivo en el Goethe Institut, con Lola Hofmann como oradora principal y con la participación de Claudio Naranjo. Meses después se realizó una jornada masiva en el Campus Oriente de la Universidad Católica. Luego se contó con una sede en una casa del Barrio Bellavista, conocida principalmente como ‘Casa de la Paz’.

En torno a estos avances, se comenzaron a constituir los grupos temáticos, y se creó un Boletín. Los primeros coordinadores de áreas temáticas fueron Alejo Gajardo  (Paz, Armamentismo y Poder Nuclear); Carlos Fuenzalida (Ecología); Mauricio García y Sergio Vergara (Economía y Tecnologías Apropiadas); Sara Larraín (Agricultura y Alimentación); Miriam Fernández (Salud y Población); Luz María Edwards (Educación); Ximena Abogabir (Comunicación Social); Paty Soto (Cultura y Arte); Gastón Soublette y Gonzalo Pérez (Desarrollo Personal y Espiritual).

El Miércoles 23 de Mayo hubo un encuentro en el Campus Oriente de la UC donde Gastón Soublette y Gonzalo Pérez expusieron y condujeron experiencias de mundo interno.

Se creó el área de Ecología, y se lanzó una Red el 22 de junio de 1984 en el Instituto Cultural de Las Condes. También un área de Agricultura, coordinada por Sara Larraín, que partió entregando capacitaciones en huertos orgánicos, ‘camas altas’, control de plagas en forma natural y reciclaje.

En distintos centros humanistas de Santiago se organizaron charlas dictadas por especialistas en armamento nuclear, ecología, problema energético, y por siquiatras, sicólogos, biólogos, etc.

Otra iniciativa fue una campaña por la descontaminación de nuestro medio ambiente capitalino; con manifestaciones masivas e incluso han presentado un recurso de amparo ante los tribunales, puesto que la ley considera un derecho ciudadano el poder gozar de un ambiente público sano e incontaminado.

Carlos Prosser lanzaba la iniciativa Árbol Amigo para motivar y educar a los niños para una relación más armónica con el medio ambiente; y también la iniciativa ‘Red planetaria de pensamiento positivo.

Se lanzaba la propuesta de construir ‘La ciudad de la paz’. Este grupo generó como planteamientos. Vivimos una megracrisis que contiene crisis económica, política, familiar, moral, ecológica y de futuro. Y luego una ‘megapropuesta’ para habitar el planeta, que contenga: paz interna, sentido del equilibrio, consenso y cooperación, armonía con el plan maestros de la naturaleza. En este grupo participaron entre otros: Johan Arce, Eugenio Núñez, Jonás Figueroa, Teresa Davanzo, Alfonso Orellana, Inés San Martín, Mónica Tardito, Ramiro Villamandos, Francisco del Pozo, Eugenio Ossa, Alberto Ochoa, R. Valenzuela, Roberto Lusoro, Claudio Pinto  y Raúl Valenzuela.

También se formó el capítulo chileno del Libro de la Paz y la iniciativa del Día de la Canción Mundial para la Paz. El 6 de Agosto del 84 se llamó a cantar  una canción de paz simultáneamente en el mundo en las familias, templos, calles, colegios, etc.

Entre el 21 y el 24 de Junio del 84 se desarrolló en el TIDEH un encuentro sobre ‘Creatividad Social y Política Alternativa’. Entre los que par5iciparon estaban Manuel Baquedano, Luis Weinstein, Claudia Donoso, Magdalena Echeverría, Nancy Gewold, Óscar Gacitúa, Patricia García, Francisco Huneeus, Enrique Lihn, Jorge Lloret, Jorge Lastra, Marta Orrego, Chantal de Rementería, Patricia Tomic, Frida Sharim, Edgardo Tumala, Eduardo Goldstein y Eugenia Hola.

Hacia 1985 y 1986 la Iniciativa Planetaria fue perdiendo energía y organicidad, no obstante todos los múltiples grupos que estuvieron vinculados a la red siguieron trabajando de ahí en adelante en sus temas, y generando sus influencias.

A fines de 1986, la Iniciativa Planetaria aún ofrecía talleres, entre los que se encontraban: ‘Lenguaje y Paz’ (Francisco Huneeus); ‘Las necesidades humanas como eje del desarrollo’ (Martín Hopenhayn); Taller de sexualidad femenina (Cecilia Moltedo y Coca Quesney); Cultua Occidental y cosmovisión mítica (Charly Pérez); Astrología (Elia Parada); Poesía (Manuel Silva Acevedo); Ecología y Conservación (Equipo de CODEFF); Autoconocimiento, conflicto y paz (Eduardo Yentzen); Agricultura orgánica (Marilú Krebbs); Taller de hilado (Anita Peña).

A la vez que, también a fines del 86, se consolidaba la sede que ocupó la Iniciativa Planetaria, que pasó a llamarse Casa de la Paz y que partió propiciando como probablemente su principal iniciativa en ese momento, gestionar un capítulo en Chile de la Universidad para la Paz, vinculada a Naciones Unidas.

Asociación pro Universidad para la Paz de Naciones Unidas – Chile.

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En 1979 el presidente de Costa Rica en ese momento, Rodrigo Carazo, propuso crear una universidad que educara para la paz, desde la premisa de que la educación para la paz debe ser un gran  objetivo. Con un acuerdo del 7 de Abril de 1981, se constituyó como institución especializada internacional de Naciones Unidas, la Universidad para la Paz. Ésta se instaló en Costa Rica.  Su misión era formar ‘educadores para la paz’.

En Chile, dentro de las actividades de la Iniciativa Planetaria, surgió un vínculo que tomó la Secretaría Local con el Secretario Ejecutivo de la Universidad, Francisco Barahona.

Tras esto se constituyó en Chile una Comisión Organizadora pro Universidad para la Paz, con el fin de tener promover y gestionar la instalación de una sede de ésta en Chile, con un primer momento bajo la figura de un  organismo no-gubernamental (ONG) orientado a estudiar los temas vinculados con la Paz, impulsar su enseñanza, vincularse a las redes nacionales  interesadas en el tema, y a futuro, preparar la instalación de una sede de la universidad en Chile.

Esta Comisión Organizadora se constituyó en Octubre de 1986, y la conformaron Ximena Abogabir, Manuel Baquedano, Javier Etcheverry, Alex Kalawski, Sala Larraín, Arturo Mardones, Delia Vergara, Sergio Vergara y Eduardo Yentzen.  Este grupo convocó a constituir formalmente una ‘Asociación pro-Universidad para la Paz de Naciones Unidas’ y convocó a una reunión para Octubre de 1986 en la Casa de la Paz a un grupo cerrado más amplio.

Estos otros convocados –si bien no todos se incorporaron- fueron: Rodrigo Caro, Fernando Coddou, Claudette Duchesne, Rodrigo Egaña, Julián García Reyes, Mauricio García, Eduardo Gatti, Petrus Hein, Ricardo Halabí, Marta Huepe, Gonzalo Pérez, Malú Sierra, Gastón Soublette, Sergio Spoerer, Ernesto Tironi, Viola Van de Wingard y Luis Weinstein.

Finalmente este proyecto no pudo concretarse, pero generó una serie de actividades, cursos y talleres, reflexiones e influencias, desde la figura de una ONG o una Multiversidad para la Paz.

Estos cursos y talleres se realizaron entre 1987 y 1989, incluso adquiriendo en 1989 el carácter de un programa semestral.

Entre ellos, se ofreció el 87 y 88 una serie de talleres denominados ‘Trabajo de Conciencia’, entre los que se incluían: ‘Poesía y conciencia integradora’ (Luuis Weinstein; ‘Yoga’ (Patricio Goycolea); ‘Meditación y devoción’ (Gastón Soublette); ‘Celebración meditativa del (y de todo) nacimiento’ (Mario Irarrázaval); ‘Del conflicto a la reconciliación interior’ (Eduardo Yentzen); ‘El Ego y Yo’ (Cecilia Dockendorff; ‘Desarrollo intuitivo’ (Dennis Burnett); ‘Meditación den la vida cotidiana’ (Gonzalo Pérez); ‘Meditación Zen (Jorge Soto); ‘Trabajando en el aquí y el ahora (Alex Kalawski);  ‘Cuando el corazón habla’ (Ze Miranda); Meditación de calma mental’ (Gustavo Jiménez).

Luego, el primer semestre del 88 se dictó un Taller Integrado denominado ‘El camino hacia la  paz’, en el que exponían en cada sesión un miembro de la asociación pro Universidad para la paz.

Los temas y personas fueron:

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1ra. Unidad; Introducción.

Temas: Concepciones de la  paz; ‘Dimensiones de la paz’; Enfoques, teorías y propuestas de paz. (Equipo expositor: Gastón Soublette, Sergio Spoerer, Luis Weinstein, Manuel Baquedano, Cecilia Dockendorff).

2da. Unidad. El ser humano generador de paz.

Temas: El hombre y su cuerp en búsqueda de la paz; La paz personal, un desarrollo de la conciencia; Conflicto interno, una proposición de trabajo; Identidad personal y desarrollo humano hacia la paz.(Equipo expositor: Marta Huepe, Gonzalo Pérez, Eduardo Yentzen, Alex Kalawski, Arturo Mardones).

3ra. Unidad. El ser humano miembro de la sociedad.

Temas: La comunicación humana, semilla de la paz; La vida cotidiana, espacio de construcción de paz; La creatividad en el desarrollo del hombre hacia la paz. (Equipo expositor: Luis Weinstein, Sara Larraín; Mario Irarrázaval).

4ta. Unidad, Visiones de paz y no-paz en Chile.

Temas: Ausencia de paz en Chile, militarismo, anti-cultura de paz; Aportes del mundo sindical chileno a la paz; Conflicto y búsqueda de paz en el campo chileno.

(Equipo expositor: Sara Larraín; Georgina Aceituno, Ricardo Halabí).

5ta. Unidad. Sociedad, política y paz.

Temas: Ausencia de paz mundial, armamentismo y amenaza nuclear; relaciones internacionales, poder y paz; hacia una concepción integral e la política; espiritualidad y acción política; la política en la concepción dialéctica y holística oriental del Universo.

(Equipo expositor: Manuel Baquedano, Sergio Spoerer, Luis Weinstein, Cecilia Dockendorf, Gastón Soublette).

Finalmente, en el primer semestre de 1989 se ofreció un programa de Plan Diferenciado y Plan Común. Se señalaba allí que el conjunto de talleres propendían a una comprensión del Nuevo Paradigma, “nombre que recibe la visión de mundo que imperceptiblemente está surgiendo de entre las ruinas de la actual cultura que ha generado ya una crisis a nivel planetario. Esta nueva visión de la realidad se está gestando a partir de elementos innovadores muy dispares como los descubrimientos científicos de vanguardia, movimientos sociales alternativos, redescubrimiento de la dimensión trascendente de la existencia, replanteamiento de la relación del hombre con la naturaleza, etc. Es nuestra aspiración, nuestro compromiso vital y nuestro objetivo educativo que todos estos gérmenes de cambio se hagan realmente ‘paradigmáticos’, es decir, que lleguen más pronto que tarde a constituirse en una nueva cultura, integradora y planetaria, que haga realidad nuestro persistente anhelo de paz”.

En el Plan Diferenciado se dictaron los cursos siguientes:

*La conciencia poética y el nuevo paradigma: una manera de acercarse a la integración y al no-autoritarismo. (Luis Weinstein)

*Una aproximación a lo transpersonal. (Cecilia Dockendorff)

*Autoconocimiento, cultura holística y democracia: la búsqueda de la paz simultáneamente en los planos personal, cultural y político. (Eduardo Yentzen).

Descongelando, explorando, creando: taller de facilitación del potencial creativo. (Alex Kalawski  y Mario Irarrázaval).

*Antecedentes del Nuevo Paradigma en las filosofías de Oriente. (Gastón Soublette)

En el Plan Común se ofrecieron las siguientes charlas:

*Economía de la Solidaridad (Luis Razeto).

*Elementos de cosmovisión pehuenche (Leopoldo Cordero).

*El nuevo paradigma y notas desde la historia (Gilda Howard).

*Medio Ambiente e identidad cultural (Sara Larraín).

Este Proyecto de educación para la paz mantuvo su fuerza hasta 1989, año tras el cual se generó una dispersión, en parte debido a todo el proceso de redefiniciones y cambios generados tras la caída de la Dictadura en Chile, pero también cabe consignar que este es el año de la caída del Muro de Berlín -9 de noviembre de 1989-, y por lo tanto del fin de la Guerra Fría. Cabría hacer la hipótesis de que los movimientos de paz que emergen en los años sesenta y que se prolongaron hasta finales de los 80 –tanto en el mundo occidental como en el mundo del Este- pueden haber sido fuerzas influyentes en este logro.

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